Hace años escuché a un fotógrafo bastante reconocido en bodas a nivel mundial, Joe Buissink, afirmar que prefería ir de segundo en sus bodas. En cierto modo entiendo un poco el por qué. Es algo que te permite aprender y probar cosas nuevas, que luego puedes hacer tuyas e ir incorporando poco a poco a tu propio estilo. Te descarga de parte de la responsabilidad que tiene el principal y te permite ser creativo.

Hace unos días tuve la experiencia de ir como segunda fotógrafa a una boda de la mano de Maria Boal Fotografía, a la que agradezco que me haya dejado ilustrar con imágenes este post.

Suelo ir a las bodas siempre con segundo fotógrafo, la propia María en muchas ocasiones, por lo que me ha parecido interesante comentar la labor y la importancia que puede tener, que a veces no se ve al primer vistazo, y la diferencia con el trabajo del primer fotógrafo, que a veces da lugar a confusión.

El primer fotógrafo es quien ha hablado con los novios y ha contratado esa boda mostrando su trabajo. Estas fotos se las he pasado de antemano, porque creo que para todo el mundo podría ser molesto que hubiera un reportaje paralelo cuyas fotos no se hubieran visto. Veréis solo fotos de los novios y más de detalles que de ellos.

Un detalle, habitualmente no haría un reportaje entero en blanco y negro. Esta vez lo he hecho así para distinguir del resto de reportajes y que hubiera más facilidad para unir las fotos si fuera necesario.

Z+R. No Molesten. AC Santa Ana

Cuando vas de segundo fotógrafo a otra boda que no es tuya ves lo que es más propio de tu trabajo, porque hay cosas que no harías igual. Es importante respetar al principal porque la pareja le ha contratado viendo sus muestrarios y seguir la acción que propone sin dudarlo. Solo sugerir algo si lo ves claro, hablando con el/ella lo más privado que se pueda, y si no se acepta la propuesta nunca insistir. Además al ver lo que no haces habitualmente en acción aprendes. Normalmente no hubiera puesto la camisa ni los zapatos colgados en la ventana, no suelo mover cosas en el entorno a menos que lo vea muy necesario, pero tomo nota de ello.

R+Z. AC Santa Ana. Preparativos del Novio

R+Z. AC Santa Ana. Preparativos del Novio

R+Z. AC Santa Ana. Preparativos del Novio

R+Z. AC Santa Ana. Preparativos del Novio

Una de las diferencias clave con ser el primer fotógrafo es que los novios posan para el primero y siguen sus indicaciones, así que no veréis que miren a cámara mucho, esa es labor del primero sobre el que recae la responsabilidad.

El ser un testigo secundario te da la oportunidad de buscar otros ángulos distintos y ser más creativo con la composición. De hecho tienes que imaginarte lo que está haciendo el primer fotógrafo y componer una imagen distinta con un ángulo diferente que pueda empastar con su reportaje. Cuanto más distinta, mejor, aunque no olvidando estar en los presente en los momentos clave, y de hacer las fotos que te pidan, ya que luego todo irá unido en un reportaje que debería parecer hecho por la misma persona.

Una de las labores del segundo más habituales es captar los detalles y momentos que puedan pasar desapercibidos al otro fotógrafo, habitualmente más centrado en la acción principal. Si ya tiene otra foto de ese detalle es posible que no la use en su reportaje, pero si por algún motivo no la ha hecho, o es distinta, ayuda a completar el reportaje o puede usarse de fondo en alguna plancha.

R+Z. Detalle de Flor de Ojal Novio

En la ceremonia otra diferencia con lo que hago habitualmente, María me pidió que hiciera el detalle de las manos en los anillos. Es fundamental hablar con el principal para saber que es lo que ha hablado con los novios, y que el principal indique al secundario que es lo que necesita. Yo habitualmente suelo pedir a mi segundo que si que saque el rostro del novio desde el otro ángulo. Además de sacar todos los detalles es importante replicar los momentos importantes (el beso, el arroz) de la mejor forma, porque no sabes si el primero está consiguiendo la foto (lo más habitual) o no. La labor más fundamental del segundo fotógrafo es la de replicar fotos para que en caso de imprevisto no se pierda ningún detalle.

En los posados con los invitados es mejor no hacer fotos, para no llamar la atención de nadie y estropear la toma. En los posados con los novios sabía de antemano que no me mirarían un porcentaje alto de las veces. Por ello como segundo, a veces es mejor centrarse en lo monumental del entorno, en este caso el ayuntamiento de Valladolid y buscar una composición adecuada para el momento en que se miren o se besen. Una ventaja es que tienes mas tiempo de pensar, moverte y buscar la exposición correcta. La desventaja es que las fotos en las que miren a cámara difícilmente funcionarán, suelen hacerlo más cuando se miran entre si o se besan.

Otro tema es que si quieren una toma muy particular puedes prepararla y colocar el objetivo adecuado para la toma.

R+Z. Beso y Anillos

Siempre se dice que el segundo puede lograr tomas buenas, mejores que las del principal a veces :P. Son muchas a las bodas en las que he asistido con un segundo fotógrafo y hay fotos especiales de los segundos, pero también es cierto que hay mucho de ensayo y error, y que luego fotos que a mi personalmente me pueden gustar, es más que probable que queden fuera del reportaje final. Puede ser por criterio del fotógrafo (no se amoldan a su estilo, son muy parecidas a lo que hizo…), o de los novios que han contratado a otra persona después de ver sus trabajos. No hay que olvidar que es un trabajo común donde el peso del reportaje ha recaído en otra persona.

En resumen, una experiencia muy positiva, que espero volver a repetir en breve.